Me encanta el chocolate y por muchos motivos, en nuestra sociedad siempre se asocia el chocolate a momentos felices de la infancia, a fiestas, incluso a seducción, nunca el chocolate ha sido considerado algo malo.
Es increíble encontrarse con el hecho de que no es mi imaginación la que me hace sentirme más feliz cuando como chocolate sino que en realidad el chocolate posee sustancias que hace apalear dolores psicológicos.
Una vez viendo televisión alguien le pregunto a otra persona por qué le gustaba comer chocolate, a lo que esta respondió: "es que sabe a felicidad", esta frase me quedo grabada ya que resume todo lo que siento al comer chocolate, por un momento olvido todo y soy feliz gracias a una simple barra y si la felicidad se pudiese comer de seguro sabría a chocolate.
